martes, 15 de abril de 2008

OTRO ADIÓS


Por Agustín Esteban

Hace pocos días, con el tema relacionado en el post de aquel momento, un lector me proponía repasar los nombres de la etapa dorada de Hollywood que todavía están vivos. Son pocos, pero algunos quedan y un día los revisaremos. En la lista que se forme no podré incluir el que hasta el pasado domingo podría haber estado con méritos más que sobrados ya que él, por sí mismo, constituye toda una etapa simbólica en el cine norteamericano, que es como decir el único cine que existe. Ese cine tan criticado por quienes viven de La subvención del cine español (llamarles actores o directores es ofensivo, en la mayoría de los casos, para quienes lo son de verdad) y del que tanto aspiran a que les reconozcan. Se mueren por conseguir una simple nominación a un 'oscar' y consideran la crítica destructiva como el mejor camino para, en lugar de esforzarse por realizar su trabajo con dignidad, cuando menos, a base de condiciones, talento, esfuerzo y preparación.

En esa relación ha quedado vacío el espacio que podría haber ocupado Charlton Heston cuya muerte le sobrevino el último fin de semana, a los 84 años. Todo un símbolo en la iconografía hollywoodense.

¿Que mujer no estaba prendada de Heston?. ¿Qué hombre no admiraba su presencia física y sus dotes de seducción?. ¿Qué productora cinematográfica no anhelaba incluirle en su nómina como garantía de éxito?

Sin embargo, aquella complexión de anchos hombros y marcada musculatura, aquel perfil anguloso, aquella voz grave, en los últimos años fueron presa del alzheimer. El propio actor, al apreciar los síntomas de la enfermedad, en el 2002, no dudó en manifestarse ante quienes en tantas ocasiones habían reconocido su labor interpretativa: 'Debo encontrar un punto de equilibrio entre el valor y la resignación'.

En ese punto han transcurrido los últimos años de su vida apartado ya de las cámaras y de su actividad política, porque Charlton Heston también presidió el Sindicato de Actores y el Instituto Cinematográfico Estadounidense desde donde se manifestó en defensa por los derechos civiles.

También se ocupó de presidir la Asociación Nacional de Portadores de Armas, desde donde se enfrentó al mismo presidente norteamericano, Bill Clinton, exponiéndole que 'Estados Unidos no confía en usted con nuestras hijas de 21 años y, desde luego, ¡Dios mío¡, no confía en usted con nuestras armas'.

La libertad de expresión y de pensamiento se suele dar en los países donde se ejerce la democracia. Pero, por encima de todo, Charlton Heston era actor. Actor procedente de los escenarios, que fue donde se inició, lo que supone un valor profesional añadido.. Protagonizó muchos títulos, gran parte de ellos interpretando a personajes de la historia: Moisés ('Los diez mandamientos'), Miguel Ángel (La agonía y el éxtasis), Juan el Bautista ('La más grande historia jamás contada') El Cid, Marco Antonio ('Julio César', 'Marco Antonio y Cleopatra'), el cardenal Richelieu ('Los tres mosqueteros'), Enrique VIII ('El príncipe y el mendigo'), además de otros muchos títulos entre los que me acuden a la memoria 'El planeta de los simios', '55 días en Pekín', 'El mayor espectáculo del mundo' y sobre todo 'Ben Hur', estrenada en 1959 y que supuso su espaldarazo definitivo en el mundo del celuloide, unido a los 11 Oscars conseguidos por la película, entre ellos el suyo como mejor actor protagonista.

Sin embargo, la suerte jugó a su favor en este caso, ya que el papel fue ofrecido previamente a Marlon Brando, Burt Lancaster y Rock Hudson que, sucesivamente, los fueron rechazando.

Las grandes estrellas también se equivocan. Charlton Heston, nacido como John Charles Carter, nació en Evanston, en el estado de Illinois. Su padre trabajaba en un molino de pan y era hijo único. Desde muy pequeño manifestó su inclinación interpretativa lo que le llevó a participar en las funciones teatrales escolares, con tan buen resultado que le proporcionaron una beca, en 1942, para estudiar arte dramático en la universidad de Noroeste, en Evanston. Fue allí donde conoció a Lydia Clarke, estudiante, también, de interpretación dramática, con quien contrajo matrimonio en 1944. La pareja ha permanecido unida desde entonces hasta el momento de la muerte del actor.

Hace pocas fechas, en los días de Semana Santa, las emisoras de televisión emitían su célebre Ben Hur. Ésta, como las restantes películas en las que Charlton Heston intervino, son su legado. En la pantalla continúa vivo.

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