En la historia de la libertad de América hay dos fechas estrechamente vinculadas entre sí, que son el 19 de mayo de 1895 y el 20 de mayo de 1902. Son fechas que corresponden, la primera, a la muerte en combate del inmenso José Martí y la segunda a la proclamación de independencia y creación de la República de Cuba.
Son dos fechas, pues, muy significativas no solamente para Cuba sino también para todo el continente, como lo fueron otras fechas de otros tiempos en los empeños de crear repúblicas independientes en el Hemisferio Occidental.
Sin duda alguna, en este último medio siglo los cubanos del destierro, que llegan a una gigantesca cantidad de personas, más de dos millones, conmemoran esas fechas con profundo sentimiento patriótico.
La muerte de Martí en Dos Ríos tuvo repercusión internacional muy grande. En esta edición se reproduce un bien documentado y emocionante artículo publicado en La Nación de Buenos Aires en aquella oportunidad, con la firma del ilustre e genial nicaragüense Rubén Darío, titulado, precisamente, José Martí.
Durante cincuenta y siete años, entre virtudes y defectos, con más virtudes que defectos, funcionó la República de Cuba desde 1902 hasta enero de 1959, cuando se hundió esa república en el terrible mar de una dictadura con fusilamientos en masa, encarcelamientos también en masa y robo de la propiedad privada incluyendo, desde luego, la prensa independiente y democrática.
Se trata de una tiranía marxista-leninista que en este año, al terminar el 31 de diciembre, cumplirá cincuenta años de oprobiosa vigencia. Es la tiranía encabezada por Fidel Castro y que se prolonga ahora en su sucesor, impuesto por él, su hermano Raúl.
En la medida de lo posible, con un esfuerzo sostenido de vasto prestigio patriótico y doctrinario, los cubanos del destierro, en distintas regiones del mundo, le rinden homenaje a su patria ahora esclavizada, divulgando la tragedia que sufre y trabajando, según las circunstancias propias de la época, por la recuperación de esa patria que Martí soñó para la libertad, por la cual murió.
Los que nunca han dejado de rendirle tributo a José Martí y a la nación cubana, se unen a todos los que en cualquier parte donde se encuentren han exaltado los méritos del apóstol y todo lo relativo al proceso independentista como consecuencia del cual Cuba nació para la libertad.
Fuente: NuevoEncuentro
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