viernes, 16 de mayo de 2008

¿Apaciguar o no apaciguar?

George W. Bush aprovechó la celebración del 60 aniversario de Israel para comparar a sus adversarios políticos estadounidenses con pacifistas nazis y acusarlos de estar demasiado dispuestos a negociar con los terroristas.

''Tenemos la obligación de llamar esto por su nombre: el falso conforte del pacifismo, que ha sido desacreditado por la historia una y otra vez'', dijo Bush en su discurso al Parlamento israelí.

Aunque la Casa Blanca negó que esos comentarios estuvieran dirigidos a Obama, los comentarios del presidente han desatado una ola de fuertes críticas por parte de los demócratas y la prensa liberal.

Obama quien ha sugerido en varias ocasiones que está dispuesto a reunirse sin pre-condiciones con los líderes de Irán, Siria, Corea del Norte y otras naciones hostiles a nuestra nación, catalogadas como auspiciadores de terrorismo, reaccionó como si los comentarios de George Bush hubieran estado dirigidos a él.

A los liberales como Obama, les resulta difícil concebir que hay enemigos implacables. Pero las acciones de Osama bin Laden, la terquedad de Corea del Norte, la insistencia de Irán de destruir a Israel y evitar una victoria nuestra en Irak, y la intervención de Siria en el Líbano, nos recuerdan que hay enemigos a los que no se pueden apaciguar.

Aunque sabemos que no es racional el querer resolver militarmente cualquier problema que ponga en riesgo nuestra seguridad nacional, no debemos ser ingenuo y pensar que la diplomacia es la única manera de hacerlo.

¿Cómo podemos distinguir entre los enemigos implacables y los adversarios comunes y corrientes, y cómo debemos enfrentarnos a ellos?

¿Qué lograríamos reuniéndonos con Irán, especialmente si esas reuniones no están atadas a pre-condiciones?

¿Podríamos obligar a Irán a aceptar a Israel o dejar de armar y entrenar a la insurgencia chiitas, responsables por la muerte de miles de nuestros soldados?

¿Qué ganaría Irán con aceptar a Israel o dejar que nosotros nos declaremos victoriosos en Irak?

No estoy aludiendo que la diplomacia tiene que ser descartada completamente, pero cuando estamos lidiando con regímenes como el de Irán, tenemos que hacerlo con mucho tacto y dejando saber bien claro que las consecuencias de no llegar a un acuerdo serían catastróficas.

Lo que tenemos que entender es que de la misma manera que nadie puede cambiar nuestra manera implacable de creer en la democracia y nuestro modo de vida, tampoco podemos cambiar a nuestros enemigos implacables como Al Qaida, Irán, Corea del Norte, y Siria.

Cuando hablamos de diplomacia y eliminamos la opción militar, simple y llanamente estamos apaciguando a nuestros enemigos y demorando lo inevitable. Pues si la intención de Irán es destruir a Israel y vernos derrotados en Irak, dudo que el gobierno iraní desista de ese objetivo solo porque Obama se reunió con ellos.

Como dicen los demócratas, la guerra de Irak les ha dado ímpetu a la osadía de los iraníes. ¿Porqué?, pues obviamente porque nuestro envolvimiento en Irak y Afganistán nos ha debilitado militarmente, y ellos han aprovechado esa debilidad para extender su influencia en la región ya que ahora mismo no le temen a nuestro poderío militar.

Por eso podemos deducir que sin la opción militar, el diálogo es una pérdida de tiempo.

Mientras cada día nuestros soldados mueren en Irak, a consecuencia de los explosivos y entrenamiento suministrado por el gobierno iraní a la insurgencia chiitas, los demócratas acusan a Bush de estar planeando un ataque a las bases de las fuerzas Quds (Guardias Revolucionarios Iraníes), quienes son responsables por el entrenamiento y la muerte indirecta de nuestros soldados, ataque al cual los demócratas se oponen vehemente, y la única solución que ellos ofrecen es el dialogo.

Es decir, más apaciguamiento cuando lo que se necesita es la destrucción de las bases militares donde la insurgencia chiitas iraquí recibe su armamentos y entrenamiento, para así enviarle el unico mensaje que gobiernos intransigente como el de los iraníes entienden.

La ironía es que mientras los demócratas critican a Bush por no dialogar con el gobierno iraní, también critican al primer ministro iraquí, Nouri Al Maliki, por haberse reunido con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad. Dizque que Maliki ha demostrado demasiada amistad con Ahmadinejah.

¿Quieren diplomacia o no??

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