
Por MARIO U. TAPANES
En uno de los segmentos de sus controversiales sermones recientemente mostrados en la televisión, el reverendo Jeremiah A. Wirght Jr. expresó que su teología - The Black Liberation Theology (Teología de la Liberación Negra)- que él predicaba en su Iglesia de Chicago era la Teología de la Liberación surgida en América Latina.
Efectivamente, la Teología de la Liberación, con raíces trasplantadas desde Europa, nace y florece dentro del catolicismo latinoamericano en las décadas de los años 1960 y 1970, cuando "el humo rojo del infierno se infiltró por alguna grieta en el sólido edificio de la Iglesia Católica", pues tal teología en realidad es una intepretación marxista del cristianismo.
Sus raíces europeas llegaron por medio de religiosos jesuítas españoles influenciados por teólogos alemanes"progresistas": Johann Baptist Metz, católico y el más influyente, quien pensó que se estaba en el punto final histórico del mundo burgués-capitalista y que el nuevo sería socialista.
Jurgen Moltmann, protestante, ambos influenciados por el filósofo marxista humanista Ernst Bloch con su libro El Principio Esperanza y propulsor de los diálogos entre cristianos y marxistas.
De Francia llegaron las ideas del dominico Paul Blanquart, profesor de Sociología del Instituto Católico de París, promotor del movimiento Cristianos Revolucionarios, porque es posible ser cristiano y marxista. Actuó en Chile desde 1971 en la Operación Verdad organizada por el Gobierno de Salvador Allende, después de pasar por Cuba y repartir elogios a Fidel Castro en el discurso de clausura en el Congreso Cultural de La Habana, siendo el redactor de la resolución presentada por los sacerdotes asistentes al Congreso.
De Italia recibió el catolicismo latinoamericano al más influyente precursor de la teología liberacionista revolucionaria: Giulio Girardi, salesiano expulsado de su cátedra en el Ateneo de su congregación en Roma. Sus tesis fueron dominantes en la creación del movimiento Cristianos por el Socialismo, en uno de cuyos Congresos en Chile en 1973, Fidel Castro les dijo que ellos habían hecho mucho más por avanzar el marxismo que todos los libros publicados.
El acta de nacimiento de la Teología de la Liberación es el libro que con ese nombre publica en 1971 el sacerdote y teólogo peruano Gustavo Gutiérrez. En Brasil es famoso Leonardo Boff, franciscano quien expresó: "lo que proponemos no es Teología en el Marxismo, sino Marxismo en la Teología". Boff es promotor de las Comunidades Eclesiales de Base y de la Iglesia Popular que tuvo su culminación con el triunfo de los sandinistas en Nicaragua.
Brasil dio los teólogos liberacionistas de más alto rango: los Cardenales Helder Camera y Paulo Evaristo Arns, éste último dirigiendo una carta en la Navidad de 1988 con un abrazo y felicitaciones a su "Queridísimo Fidel" al cumplirse los 30 años del régimen comunista en Cuba por ser ejemplo de justicia social y señales del Reino de Dios con las conquistas de la Revolución.
Tocó al Papa Juan Pablo II confrontar la teologia liberacionista. Y por eso con su aprobación, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, y actual pontífice Benedicto XVI, publicó en 1984 la instrucción "Libertatis nuntius", en la que expone que las desviaciones y carácter marxistas de la teología de la liberación en definitiva conducen a traicionar la causa de los pobres que pretenden defender.
El aspirante presidencial por el Partido Demócrata y senador Barack Obama ha repudiado las controversiales declaraciones del reverendo Jeremiah A. Wirght Jr., pero no se ha distanciado de él ni de su Iglesia (lo hizo recientemente). Existe pues una interrogante: ¿hasta dónde las ideas políticas y sociales del senador Obama pueden haber sido influenciadas por los sermones de la Black Liberation Theology que durante 20 años ha venido predicando el reverendo Wright, su pastor, mentor y amigo?Fuente:Contactomagazine.com
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