La propuesta de John McCain y la de Hillary Clinton de eliminar los impuestos federales a la gasolina este verano, además de ser una propuesta que no tiene sentido, es simplemente una propaganda política que busca marcar un tanto para esos dos candidatos.
El propuesto “verano feriado de impuestos”, tendría muy poco efecto en nuestros bolsillos, ahorrándonos un promedio de no más de 30 dólares este verano. Además, esos impuestos están destinados para la reparación y construcción de nuestras carreteras y puentes.
Por eso la eliminación de esos impuestos aparte de tener muy poco beneficio económico para los ciudadanos y de no ayudar en nada a resolver nuestra grave crisis energética, terminaría no solo afectando el empeoramiento de nuestras vías de transporte terrestre, sino que como dijo Barack Obama, podría poner en peligro los empleos de los trabajadores responsables por el mantenimiento de esas vías.
Mientras nosotros sigamos dependiendo del petróleo importado como nuestra fuente principal de energía, estaremos a la merced de los países exportadores de petróleo y no habrá nada que el presente o próximo presidente de nuestra nación (demócrata o republicano) podrá hacer para detener el alza del crudo y los precios que pagamos por la gasolina.
Tengamos en cuenta que hay dos factores muy importantes influyen en el alto precio del petróleo:
1) La producción global no está satisfaciendo la demanda creciente del crudo.
2) La baja capacidad de refinación que tenemos (han pasado más de 30 años desde que en este país se construyó la última refinería).
Por eso, si de verdad queremos resolver la crisis energética que nos afecta, tenemos que dejarnos de demagogia política y tomar el toro por los cuernos, y así con la misma energía que nuestros congresistas les están exigiendo a los países exportadores de petróleo que aumenten la producción, deben exigir que se expanda nuestra producción doméstica y se construyan más refinerías, en vez de bloquear todos los esfuerzos que se hacen con ese fin.
Hasta que no desarrollemos otra fuente de energía que sea menos dañina a nuestro medio ambiente, tenemos que aceptar la dura realidad de que hay que perforar pozos petroleros en zonas que los ambientalistas consideran de extrema sensibilidad ambiental, como el Golfo de México y el Refugio Nacional de Fauna y Flora del Ártico (ANWR por sus siglas en inglés), y construir más refinerías para así poder abastecer nuestra demanda de gasolina, la cual crece más cada día.
El Departamento de Energía estima que solamente en ANWR podemos producir 27 millones galones de gasolina y diesel cada día, lo cual sería equivalente al aumento de un 20% en nuestra producción doméstica y resultaría en una baja en el precio de la gasolina y el diesel. Pero aún así, todos los esfuerzos por explorar en ANWR han sido consistentemente bloqueados por nuestros representantes en Washington, pero en especial los demócratas.
Además, mientras el precio de la electricidad aumenta cada día, nuestros congresistas, influenciados por los ambientalistas, continúan desaprobando provisiones que buscan aumentar nuestra producción de energía limpia como la nuclear, y bloqueando la construccion de nuevas plantas nucleares.
No podemos quejarnos del alto precio energético que pagamos, si votamos por un presidente y un congreso que en vez de facilitar el aumento de nuestra producción energética, busca crear más obstáculos, como nuevos impuestos en la producción doméstica, nuevos mandatos tipo ambientlaistas que serían costosos para los productores, y cortes dramáticos en las emisiones de plantas eléctrica de carbón, que podrían obligar a muchas de esas plantas a cerrar sus puertas. Lo que además de resultar en una disminución de nuestra producción doméstica, más importante, resultaría en precios más altos en las estaciones de gasolina y en nuestras facturas eléctricas.
Ya es tiempo de que los congresistas y candidatos presidenciales se olviden de los gestos simbólicos y propagandas electorales, y dejen de sucumbir a las presiones de los grupos protectores del medio ambiente.
La resolución de nuestra grave crisis energética está en manos de ellos.
¡US$4.00 el galón de gasolina, muy pronto!!!!
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