Cuando la ex-candidata a la presidencia por el partido demócrata, Geraldine Ferraro, tratando de explicar el éxito de Obama le dijo al The Daily Brief de Torrance, California, “Si Obama fuera un hombre blanco, el no hubiera estado en la posición que está. Y si fuera una mujer de cualquier color, el no hubiera estado en la posición que está. El es una persona afortunada de ser quien es. Y el país se encuentra atrapado en ese concepto.”, esos comentarios dominaron las noticias y al próximo día la respuesta de la campaña de Obama no se dejó esperar, repudiando los comentarios de Ferraro, llamándolos indignantes, y demandando que Hillary Clinton los repudiara.
Aunque después Ferraro trató de aclarar su comentario, diciendo que parte del éxito de Obama, en las primarias demócratas, se debía a que él era negro y por lo tanto, su candidatura era histórica, cosa que la entusiasmaba tanto a ella como a los votantes, Ferraro fue obligada a renunciar su puesto en la campaña de Clinton.
Aunque hay muchas personas que se han querido desligar de los comentarios de Ferraro, incluyendo Hillary Clinton, varios politícos afro-americanos se han hecho eco de esos comentarios y han reiterado la importancia de la raza de Obama en las primarias demócratas.
Como comentó Ferraro, no podemos negar que los votantes están entusiasmados con la candidatura de Obama, pero la pregunta es, ¿por qué tanto entusiasmo?
Es que Obama representa algo novedoso y más allá de su elocuencia y carisma, su raza es la verdadera novedad.
Desde el comienzo de la campaña, los medios informáticos de la nación han sido acusados de darle tratamiento preferencial a Obama. Y los periodistas, ya sea por el miedo a ofender a la comunidad afro-americana o por no querer ser acusados de racismo, se han eximidos de tratar a Obama de la misma manera agresiva y provocadora como normalmente se tratan a los candidatos políticos.
Mencionar la raza de Obama o darle crédito al color de su piel por parte de su éxito, es tabú en nuestro país, y un concepto que todos los políticos de ambos partidos, así como los periodistas quieren evadir.
Cuando una persona tiene que explicar con lujos de detalles, que implicaba cuando dijo que Obama era “articulado”, nos damos cuenta de lo cuidadoso que tenemos que ser cuando criticamos o alabamos a Obama, para no ser acusados de tener prejuicios raciales. Y por lo tanto, que tan difícil es para los periodistas o comentaristas políticos, criticar a Obama.
No es difícil entender, que sería imposible para un candidato blanco (hombre o mujer) con la misma calidad oratoria y trayectoria política de Obama, triunfar de la manera que Obama lo ha hecho, especialmente cuando está a punto de derrotar la maquinaria política más formidable de los últimos 20 años, encabezada por la esposa de Presidente más popular de los demócratas y en especial, de la comunidad afro-americana.
¿Podemos negar que Obama ha recibido más del 90% del voto afro-americano porque él es negro? Cualquier otro candidato blanco que se hubiera postulado en contra de Hillary Clinton, hubiera perdido el voto afro-americano.
Así mismo no me cabe dudas que muchos de los votantes blancos que apoyan a Obama, lo hacen por la razón que Ferraro mencionó (atrapados por él concepto histórico de un presidente negro), y otros lo hacen porque consideran que sus votos por Obama, es una restitución por los años de esclavitud y la manera injusta que los afro-americanos han sido discriminado en nuestra sociedad.
Ya varios lideres de la comunidad afro-americana han dicho, que temen que un triunfo de Obama sea usado por la sociedad blanca, como un ejemplo de que en nuestro país ya no existe el racismo o discriminacion.
Lo queramos admitir o no, Barack Obama esta donde está, porque es negro.
Aunque después Ferraro trató de aclarar su comentario, diciendo que parte del éxito de Obama, en las primarias demócratas, se debía a que él era negro y por lo tanto, su candidatura era histórica, cosa que la entusiasmaba tanto a ella como a los votantes, Ferraro fue obligada a renunciar su puesto en la campaña de Clinton.
Aunque hay muchas personas que se han querido desligar de los comentarios de Ferraro, incluyendo Hillary Clinton, varios politícos afro-americanos se han hecho eco de esos comentarios y han reiterado la importancia de la raza de Obama en las primarias demócratas.
Como comentó Ferraro, no podemos negar que los votantes están entusiasmados con la candidatura de Obama, pero la pregunta es, ¿por qué tanto entusiasmo?
Es que Obama representa algo novedoso y más allá de su elocuencia y carisma, su raza es la verdadera novedad.
Desde el comienzo de la campaña, los medios informáticos de la nación han sido acusados de darle tratamiento preferencial a Obama. Y los periodistas, ya sea por el miedo a ofender a la comunidad afro-americana o por no querer ser acusados de racismo, se han eximidos de tratar a Obama de la misma manera agresiva y provocadora como normalmente se tratan a los candidatos políticos.
Mencionar la raza de Obama o darle crédito al color de su piel por parte de su éxito, es tabú en nuestro país, y un concepto que todos los políticos de ambos partidos, así como los periodistas quieren evadir.
Cuando una persona tiene que explicar con lujos de detalles, que implicaba cuando dijo que Obama era “articulado”, nos damos cuenta de lo cuidadoso que tenemos que ser cuando criticamos o alabamos a Obama, para no ser acusados de tener prejuicios raciales. Y por lo tanto, que tan difícil es para los periodistas o comentaristas políticos, criticar a Obama.
No es difícil entender, que sería imposible para un candidato blanco (hombre o mujer) con la misma calidad oratoria y trayectoria política de Obama, triunfar de la manera que Obama lo ha hecho, especialmente cuando está a punto de derrotar la maquinaria política más formidable de los últimos 20 años, encabezada por la esposa de Presidente más popular de los demócratas y en especial, de la comunidad afro-americana.
¿Podemos negar que Obama ha recibido más del 90% del voto afro-americano porque él es negro? Cualquier otro candidato blanco que se hubiera postulado en contra de Hillary Clinton, hubiera perdido el voto afro-americano.
Así mismo no me cabe dudas que muchos de los votantes blancos que apoyan a Obama, lo hacen por la razón que Ferraro mencionó (atrapados por él concepto histórico de un presidente negro), y otros lo hacen porque consideran que sus votos por Obama, es una restitución por los años de esclavitud y la manera injusta que los afro-americanos han sido discriminado en nuestra sociedad.
Ya varios lideres de la comunidad afro-americana han dicho, que temen que un triunfo de Obama sea usado por la sociedad blanca, como un ejemplo de que en nuestro país ya no existe el racismo o discriminacion.
Lo queramos admitir o no, Barack Obama esta donde está, porque es negro.
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