domingo, 7 de diciembre de 2008

¿Donde los van a meter?


Qué hacer con los presos de la base de EEUU en Cuba es uno de los primeros retos que afrontará Obama. El presidente electo quiere cerrarla, pero debe encontrar la forma.

JOAN CAÑETE BAYLEWASHINGTON
Cuando la semana que viene Jalid Sheij Mohamed, supuesto cerebro del 11-S, comparezca de nuevo ante una comisión militar en Guantánamo, tal vez sea la última vez que lo haga, ya que para Barack Obama cerrar la prisión es una prioridad.

En la Administración de Bush la intención del presidente electo genera mucho escepticismo. Al fin y al cabo, gente como Robert Gates, que también será secretario de Defensa de Obama, llevan tiempo buscando una forma de hacerlo sin éxito.

La prisión creada para los prisioneros de la guerra contra el terrorismo es una de las patata calientes más complicadas que George Bush deja a su sucesor. Cerrarla físicamente no es problema. La cuestión es qué hacer con los 250 presos que aún están allí.

La Administración de Bush admite que la mayoría de ellos podrían ser devueltos a sus países de origen (Yemen es uno de los principales) sin que se presenten cargos contra ellos... siempre y cuando sus gobiernos los acepten. Además, sería necesario para Washington pactar algunas condiciones, como, por ejemplo, que se asegure que no volverán a participar en ataques contra EEUU o que no serán torturados (como los 17 uigures chinos).

Pero el problema son los más malos, los que EEUU quiere mantener entre rejas. Si son enviados al sistema judicial estadounidense, ya sea civil o militar, es muy probable que acaben siendo liberados por la forma legal (secuestros, torturas, cárceles secretas de la CIA...) con la que han sido tratados hasta ahora. Si son considerados prisioneros de guerra, deben ser liberados cuando termine la guerra. Se impondría, pues, una tercera vía. Y una tercera vía es lo que se inventó Bush al considerarlos "combatientes enemigos".
Fuente:
elPeriódico.com/Internacional

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