miércoles, 22 de abril de 2009

Un comentario muy acertado.

...el gobernante que asume el poder a través de elecciones democráticas pero que inmediatamente, o con el correr de semanas, meses o años, viola las normas democráticas, no tiene derecho alguno a seguir siendo considerado como gobernante democrático.

Lo normal y lo democráticamente deseable es que los jefes de Estado, los Presidentes de repúblicas, sean elegidos en elecciones libres, desempeñando el cargo, desde luego, en forma institucionalmente decorosa, respetando los principios ideológicos que le dan vida de moral política a esas elecciones.

Ahora bien, el gobernante que asume el poder a través de elecciones democráticas pero que inmediatamente, o con el correr de semanas, meses o años, viola las normas democráticas, no tiene derecho alguno a seguir siendo considerado como gobernante democrático. Una cosa es el origen y otra cosa es la conducta que se observa en el desempeño de la primera magistratura de la nación. Y esto es importante aclararlo, porque hace pocos días, en la ciudad de Puerto España, Trinidad-Tobago, tanto el Presidente estadounidense Barack Hussein Obama como otros gobernantes pusieron énfasis en que todos los que estaban allí reunidos eran gobernantes democráticos porque fueron elegidos en elecciones libres.

Suponiendo que todas esas elecciones fueron absolutamente correctas, sin leyes o constituciones amañadas, el hecho es que varios de esos gobernantes, con Hugo Chávez a la cabeza, no están ejerciendo el poder en forma democrática ajustada a las características republicanas.

Hay una sospechosa insistencia en no llamarles dictaduras, aun cuando el jefe del gobierno controle todos los poderes públicos y determine su funcionamiento por encima de la separación clásica que corresponde a esos poderes dentro de un estado democrático.

El Poder Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el Electoral, responden a las consignas, caprichos o intereses de muchos gobernantes que llegaron al poder, en su momento, en elecciones libres.

Es necesario aclarar o recordar todas estas cosas para no seguir consagrando como gobernantes democráticos a los que, en el ejercicio del Poder, violan el espíritu y las leyes que corresponden a la república fundada sobre bases democráticas. Y aun cuando en realidad lo deben saber todos los que participaron de esta recién pasada Cumbre de las Américas en Puerto España, es conveniente recordarlo y destacarlo, comenzando por la Casa Blanca, para que si no se quiere acusar que no se envuelva en palabras tradicionales lo que no corresponde a la realidad.

Hay que repetirlo, se puede ser Presidente o jefe de gobierno a través de una elección libre, pero violar las normas de la democracia desde la altura del poder. En este caso hay que observar el concepto categórico de que el triunfo en los comicios democráticos obliga al candidato victorioso a ejercer el poder democráticamente. Y si no lo hace, abusando de su influencia, hay que considerarlo dictador.
Fuente:
Nuevo Encuentro

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