Me imagino que como Bush aprobó el préstamo a pesar de que la opinión pública y los senadores republicanos estaban en contra, le van a caer a zapatazos. Pero también le van a tener que caer a zapatazos a Obama quien le pidió públicamente a la administración de Bush y al congreso que lo aprobara, y a todos los senadores demócratas que votaron a favor de la propuesta de rescate auspiciada por el líder del senado, el demócrata Harry Reid.
Aunque estoy seguro que esos 17 billones solo servirán para extenderle la agonía a las compañías automotrices, después de escuchar a Bush decir que no quiere que esas compañías fracacen en su administración, y como el presidente electo le pidió públicamente a Bush que no dejara que eso sucediera, entonces no le tiraré un zapatazo a Bush.
Ahora los fabricantes de automóviles y sus acreedores así como las uniones, tienen 3 meses para coordinar un plan de ataque que revitalice a las tres grandes y las haga competitivas con los fabricantes de carros extranjeros radicados en el país. Si no lo hacen, réquiem en paz para ellos.
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